¿Despistado?, comprenda qué le pasa y busque soluciones

La falta de atención es uno de los problemas más habituales en todos los ciclos educativos de la vida, aunque en la niñez se percibe el problema de manera aguda; no obstante algunos adultos mantienen ese problema de manera perenne.   

No retener nada de lo que se ha leído, perder el hilo de una conversación, pasarse el semáforo en rojo, no devolver una llamada inmediata, no poder terminar lo que se ha empezado, etc; y ahí nos damos cuenta que estamos distraídos.

En efecto, cuando empleamos la atención y la concentración en las acciones diarias, por sencillas que parezcan, y unificamos los propósitos, ideas, sentimientos y acciones; logramos resultados muy favorables con poco consumo de energía física y desgaste mental, por lo tanto el cansancio es menor.

No es fácil mantener la atención y concentración, ya que suele presentarse frustración y estrés frente a ciertas actividades en la que la motivación no ha sido el motor de arranque; pero ante esas dificultades existen algunas técnicas que, bien  aplicadas, permiten afrontar estas actividades con el estado de ánimo arriba, concentrarse y obtener mayores ventajas.

  •        Focalice la atención en una imagen y evóquela recurrentemente a lo largo del día, también lo puede hacer con una idea, ejemplo: “El rojo es un color alegre”, esto hará que todos sus recursos, mentales y físicos se focalicen, y de esta manera su área procedimental se dirigirá siempre a la acción que usted se proponga.

 

  • Seleccione información de una tarea visual en función de una tarea propuesta. Ejemplo: “Hacia las 9.00am los usuarios empiezan a llegar y casi siempre vienen mujeres”, hacer esta observación durante un determinado tiempo en una rutina diaria, permitirá que sus recursos para la habituación generen mayor concentración.

 

  • Programe tareas de manera continua y haga una revisión diaria de las tareas realizadas, teniendo en cuenta tiempos y resultados, para ir mejorando su marca.

 

  • Ejercítese de manera continua, su cuerpo y su mente trabajarán a su favor, permitiéndole mayor concentración y funcionalidad.

 

Existen muchas técnicas anexas a las de pedagogía humana y psicología que según el criterio individual se pueden adoptar y serán de gran ayuda, entre ellas: meditación, musicoterapia, yoga, aromaterapia, y otras más.

 

En cualquier caso si su situación atencional tiene una connotación que lo imposibilita para mantener un ritmo académico, deportivo y/o laboral, lo mejor es consultar a un especialista que lo ayude a conducirse hacia la recuperación funcional de su atención y concentración.

 

 

 

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