Deseo de volver a casa
Emigrar es para muchas personas, un proceso demasiadamente difícil y que puede llevar a la persona a vivir un estrés extremo que la inhabilite para poder hacer un proceso de adaptación más equilibrado. Los migrantes sufren el riesgo de padecer el síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple o SÍNDROME DE ULISES (haciendo mención al héroe griego que padeció innumerables adversidades y peligros lejos de sus seres queridos). La Odisea
Sin embargo, paradójicamente, a nivel antropológico hoy sabemos que la capacidad de emigrar constituye uno de los rasgos distintivos de nuestra especie y se halla en la base de nuestro gran éxito evolutivo. Y es que así sepamos que migrar es una actividad que forme parte de la evolución, quienes hemos tenido la experiencia, conocemos de primera mano que es un proceso doloroso en el que hay que transitar un duelo largo y agobiante hasta el final del mismo.
Existe una gran deshumanización al abordar las migraciones de hoy, ya que se presta muy poca atención a los sentimientos, a las vivencias de los protagonistas de la migración, y los estados emocionales que se desencadenan de esta travesía.
La migración, como la mayoría de los acontecimientos de la vida, posee junto a una serie de ventajas, de beneficios (como el acceso a nuevas oportunidades vitales y horizontes) un conjunto de dificultades de tensiones, de situaciones de esfuerzo y de dolor. La migración tendría una parte problemática emocionalmente hablando, un lado oscuro, al que se denomina estrés o DUELO MIGRATORIO.
Existen varios aspectos que componen la esencia del duelo del migrante:
- La familia.
- La lengua.
- La cultura.
- La tierra.
- El estatus social.
- El grupo de pertenencia.
- Los riesgos físicos.
Si analizamos el duelo por el que atraviesa el migrante, podríamos decir que se puede catalogar como dos clases de duelo, uno seria el duelo simple ya que el inmigrante vive un duelo en el que procesa las situación de separación y de desapego pero que las condiciones de vivienda, relaciones sociales, apoyo y compañía estarían cubiertas; en cambio estaría por otro lado el duelo extremo, que se trata de que el inmigrante ademas de llevar el proceso doloroso de separación, vive en condiciones difícil en cuanto a su vivienda y carece de apoyo y compañía.
Hay unos elementos que funcionan como estresores durante el proceso del duelo, que a la vez son activadores de dolor:
- La separación forzada de los seres queridos, que supone una ruptura del instinto del apego.
- El sentimiento de desesperanza por el fracaso del proyecto migratorio y la ausencia de oportunidades.
- La lucha por la supervivencia (dónde alimentarse o dónde encontrar un techo para dormir, cómo tener abrigo).
- Falta de apoyo por personas que ya conozcan la ciudad o el sitio donde ha llegado el inmigrante.
- Desconocimiento del sistema y temor de no poderse adaptar a el.
- Desconocimiento del idioma.
- El miedo, el terror que viven en los viajes migratorios (embarcaciones o ir escondidos en camiones), las amenazas de las mafias o de la detención y expulsión, la indefensión por carecer de derechos, etc.
Como es obvio, la vivencia tan prolongada de situaciones de estrés tan intensas afecta profundamente a la personalidad de la persona y a la estabilidad de su comportamiento , dando lugar a una amplia gama de emociones y situaciones psicológicas difíciles: síntomas depresivos (fundamentalmente tristeza y llanto), síntomas de ansiedad (tensión, insomnio, pensamientos recurrentes e intrusivos, irritabilidad), síntomas del físicos como fatiga, molestias osteoarticulares, dolor de cabeza, migraña.
A todo esto se le suma el lenguaje de su diálogo interno en el que constantemente se castiga diciendo cosas tales como: que tuvo una mala decisión al haber emigrado, que no lo va a lograr, que es un fracasado, que extraña todo de su país, etc.
¿Cómo prevenir este proceso para que no sea tan doloroso y duradero?
El Síndrome de Ulises debe atenderse mas a nivel psicoeducativo y de contención emocional, según los expertos en estos procesos, por lo que el trabajo sobre el síndrome atañe no solo a psicólogos, médicos o psiquiatras, sino a trabajadores sociales, enfermería, educadores sociales y otros profesionales asistenciales. También su parte la deben hacer aquellas personas que rodean al recién llegado, si esta en sus intenciones darle contención. Malos tiempos estos en los que la gente corriente ha de comportarse como héroes para sobrevivir. Ulises era un semidiós que, sin embargo, sobrevivió a duras penas a las terribles adversidades y peligros a los que se vio sometido. Pero los migrantes de la actualidad pueden vivir experiencias tal vez más dramáticas que los descritos en la Odisea.
Las migrantes de la actualidad sufren también por otros factores que recrudecen estos procesos, tales como la hiperconectividad ya que aunque ahora tenemos meas canales de conexión ahora estamos menos comunicados entre humanos. La adaptación a un nuevo mundo pone en peligro la estabilidad de la persona pues tema de que no habrá identidad, ni autoestima, ni integración social y así tampoco puede haber salud mental.
Déjame tus comentarios o tus experiencias como inmigrante.
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