AL DESNUDO

Apropiarse de esta metáfora,  para decir que no hay mejor estado del corazón en las relaciones, que estar "al desnudo". Desnudo para vibrar tan alto como su propia individualidad se lo permita, para ser libre, para mostrarse como es, para expresar lo que se siente, para crecer a su propio ritmo. 

 

La desnudez del corazón y de los pensamientos, permiten el renacer de una persona auténtica, libre y  amorosa, quien valora cada cosa que llega a su vida, porque sabe que se ha mostrado transparente, sin engaños, sin manipulación y sin culpas. 

 

Cuando se queda al desnudo, el corazón es como la piel,  en la que se puede ver en realidad toda su belleza, sus cicatrices y su luminosidad. Esa piel es lo que verdaderamente se es, así mismo es el corazón desnudo, es la realidad de lo que se es.

 

¿Y qué viene siendo la ropa?

La ropa es el ego, es la manipulación, es la protección, es el estatus, es la envidia, es la obsesión, es la intención. Entonces la ropa también puede ser solo algo que está allí por obligación, la cual no perturba la claridad y autenticidad del corazón.  

 

Vive al desnudo, quien tiene su corazón y sus pensamientos en claridad, amor y compasión; y en el cual no entran ni la culpa, ni la envidia, ni la obsesión. 

 

 

¡Te comparto esto!

 

Lupita

 

 

Compartir