CÓMO CUIDAR TU CEREBRO DE LOS ENTORNOS DIGITALES

En la era digital en la que vivimos, el uso de la tecnología se ha vuelto omnipresente en nuestras vidas. Desde los dispositivos móviles hasta las plataformas en línea, estamos constantemente conectados. Sin embargo, con esta omnipresencia tecnológica también vienen desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a nuestra salud cerebral.

La exposición a estímulos digitales y mediáticos ha hecho que cambiemos no sólo la forma en la que vivimos o como interactuamos y nos comunicamos con los demás sino también en él como nuestro cerebro responde a dichos estímulos fortaleciendo o debilitando diferentes patrones neuronales y por tanto transformando la manera en la que pensamos y en la que percibimos el mundo trayendo como resultado un comportamiento tal vez acelerado o tal vez desconectado de nuestra realidad Off Line. 

 

Este suceso de las tecnologías en nuestras vidas tiene una gran influencia neurofisiológica en nosotros y es pertinente hacer cuestionamientos como sociedad desde el centro de nuestra familia,  también a nivel personal y evaluar cómo estamos educando a los niños y jóvenes para su futuro.  Seria pertinente hacernos preguntas tales como: ¿Qué estoy consumiendo? , ¿cómo hago relación con los medios digitales? ¿Cuánto estoy consumiendo? ¿Por qué estoy haciendo este vinculo con los medios digitales? ¿Para qué me sirve hacer uso de los entornos digitales? 

Como adultos inmersos en esta era digital, es crucial que adoptemos estrategias psicopedagógicas para un uso inteligente de la tecnología digital. Esto implica no solo utilizarla de manera consciente y deliberada, sino también entender las consecuencias que el uso desmesurado puede tener en nuestra salud cerebral.

 

En primer lugar, debemos reconocer que la tecnología digital puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y el desarrollo personal. Desde la educación en línea hasta las aplicaciones de entrenamiento cerebral, existen innumerables recursos disponibles que pueden mejorar nuestras habilidades cognitivas y mantenernos mentalmente activos.

Por otro lado está el entretenimiento que se encuentra en redes sociales, aplicaciones de citas y diversos portales que brindan al usuario lo que quiere ver y consumir. Pero lo que no nos damos cuenta al consumir el contenido digital es que se vuelve adictivo y a la vez propicia el deterioro de algunas funciones las cuales se ven reflejadas en la operatividad de la persona en tareas básicas. 

Sin embargo, el exceso de tiempo frente a pantallas y el consumo desmedido de contenido digital pueden tener serias repercusiones en nuestra salud cerebral. Estudios han demostrado que el uso excesivo de la tecnología puede provocar problemas de atención, dificultades para concentrarse y deterioro cognitivo.

 

Es por eso que es fundamental implementar estrategias psicopedagógicas para un uso equilibrado de la tecnología digital. Esto incluye:  establecer límites de tiempo para el uso de dispositivos, practicar hábitos de desconexión digital regularmente y fomentar actividades que estimulen el cerebro, como la lectura, el ejercicio físico y las interacciones sociales cara a cara.

Además, es importante estar atentos a las señales de advertencia de un uso problemático de la tecnología, como el aislamiento social, la irritabilidad y la falta de interés en otras actividades. Reconocer estos signos tempranos nos permite tomar medidas preventivas para proteger nuestra salud cerebral y buscar ayuda si es necesario.

 

No podemos olvidar que la tecnología llegó para generar avances en nuestra vida con acceso a medios digitales para progresar en la ciencia, en la salud, en el aprovechamiento de los recursos naturales, en la comunicación , en el entretenimiento y en muchos ámbitos mas , los cuales se han beneficiado de estas herramientas para el desarrollo de la sociedad en todos los aspectos. No obstante tampoco podemos ser indiferentes al daño que pueden traer los entornos digitales no solo a los niños y jovenes sino también a los adultos de estos tiempos, considerados como migrantes digitales quienes se han adaptado de manera sorprendente a estos entornos ya en su vida adulta, y quienes provienen d e u mundo analógico. 

 

También es pertinente contemplar los procesos de aprendizaje del adulto en medios digitales. La relación entre los entornos digitales y la capacidad de aprendizaje y funcionamiento cerebral de los adultos es un tema complejo y objeto de debate en la neurociencia. Si bien algunos estudios han sugerido que el uso excesivo de dispositivos digitales puede tener efectos negativos en la función cognitiva, otros investigadores argumentan que la tecnología puede ser una herramienta útil para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo, siempre y cuando se utilice de manera equilibrada.

Respecto a la neurogénesis, que es el proceso de generación de nuevas neuronas en el cerebro, la relación con los entornos digitales aún no está completamente entendida. Algunos estudios han sugerido que el ejercicio mental y la estimulación cognitiva pueden promover la neurogénesis en adultos, mientras que el sedentarismo y el uso excesivo de tecnología podrían tener efectos negativos en este proceso. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente cómo los entornos digitales afectan la neurogénesis en los adultos.

 

En resumen, el uso inteligente de la tecnología digital es fundamental para preservar nuestra salud cerebral en la era digital. Adoptar estrategias psicopedagógicas, establecer límites y estar atentos a las señales de advertencia son pasos cruciales para garantizar que podamos aprovechar los beneficios de la tecnología sin poner en riesgo nuestra salud mental y cognitiva.

Recordemos que somos los arquitectos de nuestra propia salud cerebral, entendida como el correcto funcionamiento de todas las estructuras del cerebro y su aprovechamiento para el funcionamiento en la vida diaria; y depende de nosotros tomar decisiones informadas y responsables sobre cómo utilizamos la tecnología en nuestras vidas.

 

 

@Avanzarte

 

 

 

Referencias 

 

Loubon, C. O., & Franco, J. C. (2010). Neurofisiología del aprendizaje y la memoria. Plasticidad Neuronal. Archivos De Medicina, 6(1), 1-7. doi:10.3823/048. Recuperado de la base de datos E-libro. Para consultarlo, revise la carpeta "Herramientas de apoyo" (Manual bibliotecas 

 

Méndez Quiroga, M. (2011). El Impacto de las Nuevas Tecnologías y las Nuevas Formas de Relación en el Desarrollo. Psicología Educativa, 17(2), 147-161. Recuperado de la base de datos EBSCO. Para consultarlo, revise la carpeta "Herramientas de apoyo" (Manual bibliotecas virtuales)

Santos, F. R. (2009). Educación y Neurociencia. Psicología Educativa, 15(1), 27-38. Recuperado de la base de datos E-libro. Para consultarlo, revise la carpeta "Herramientas de apoyo" (Manual bibliotecas virtuales)

Nieto-Escámez, F. A., & Moreno-Montoya, M. (2011). Neurogénesis en el giro dentado del hipocampo: implicaciones para el aprendizaje y la memoria en el cerebro adulto. Archivos De Neurociencias, 16(4), 193-199. Recuperado de la base de datos EBSCO. 

 

Querido lector; No te pierdas estas estrategias psicopedagógicas para equilibrar las prácticas digitales.

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