DUELO CUANDO LA PÉRDIDA SIGUE VIVA

 

El duelo es la adaptación psicológica ante una pérdida. El duelo no solo es con relación a la pérdida de un ser querido que ha fallecido, también lo es cuando se ha perdido a alguien de tu lado, un trabajo, una relación, un vínculo afectivo, un objeto, una situación continua, un estado de salud que ha cambiado, un cambio de casa, etc.  Hay muchas causas por las cuales se vive un duelo y en esta época son numerosos los duelos que hemos tenido que transitar, tan solo pensemos en el duelo que debemos hacer, porque hemos tenido que cambiar muchos de nuestros hábitos y rutinas.

 

En esta ocasión quiero referirme a esos duelos que experimentamos en donde la causa o motivo por el cual vivimos el duelo, “sigue ahí”, haciendo sangrar la herida y nos vemos sometidos a convivir con ese causante de dolor constantemente. Por eso he titulado este blog “DUELO CUANDO LA PÉRDIDA SIGUE VIVA”. 

 

Hay estudios que demuestran que algunas mujeres viven el duelo por separación de una manera muy particular , ya que algunas mujeres empiezan este proceso aún estando dentro de la relación de pareja, ese es un ejemplo en el que se vive un DUELO CON LA PÉRDIDA AÚN SIGUE VIVA, porque está ahí. 

 

El duelo debería comenzar con la aceptación de la pérdida y esto supone una aceptación no solo intelectual sino emocional. Partiendo de este primer escalón del proceso del duelo: “la aceptación”, fíjate en lo difícil que será aceptar teniendo al lado  a la pérdida.  En este tipo de duelo no hay el factor sorpresa, ya que se está viviendo una situación dolorosa de pérdida,  pero la pérdida sigue viva. Un ejemplo de esto le sucedió a una mujer que llevaba trabajando más de diez años en una empresa de mucho renombre, luego su esposo al poco tiempo también empezó a laborar en dicha compañía, y tiempo después la mujer fue despedida. Pero su esposo al llegar a casa todas las tardes, le compartía a su esposa las experiencias de trajo en cada jornada. Esto para ella fue muy difícil porque miraba con recelo el hecho de que su esposo aun viviera experiencias felices en el lugar de trabajo que primero fue de ella. Para la mujer  “el duelo estaba aún con la perdida viva”

 

Son muchos los procesos de duelo en los que la persona que lo transita aun tiene cerca el motivo de su pérdida y es algo demasiadamente difícil, desde el principio del proceso hasta el progreso del mismo.

 

El proceso de duelo se compone mas o menos de siete etapas:

  1. La negación
  2. La confusión
  3. La ira y enojo
  4. Dolor y culpa 
  5. Tristeza
  6. Aceptación 
  7. Restablecimiento

 

 

 

¿Pero qué podemos hacer para transitar el duelo de una manera más sana, 

si la pérdida sigue viva?

 

Hay que diferenciar muy bien cuando estamos viviendo un duelo y estamos en esa etapa de negación en la que no podemos aceptar que algo ha terminado, que algo se ha roto o que  algo ha fracasado y sin embargo queremos seguir atados a un imposible. 

  • Es diferente  que, cuando por circunstancias ajenas a nuestra voluntad, la causa del duelo nos sigue acompañando de manera permanente durante el tránsito de este estado emocional, ahí el razonamiento sobre la situación es determinante para la persona que sufre.
  • El trabajo mental ayuda de manera definitiva para transitar esta difícil situación,  haciendo trabajo cognitivo acerca de las causas de las circunstancias, el tiempo que duró, las consecuencias de los actos de ambas partes, entender que hay cosas que no son eternas, que hay partes que en un tiempo se pudieron entender y después perderse el entendimiento y nacer diferencias.
  • Hay que permitirse sentir y reconocerse en dolor por la perdida, al fin de todo el duelo también es sanador, ya que llevar un dolor represado y seguir la vida como si nada, será como una olla a presión, hasta que un día explota.
  • Después de vivir el duelo haciendo ese reconocimiento de la perdida aunque siga allí, es saludable hacer el ejercicio  d3 visualizar la vida sin ese causante del duelo y para ello también se debe suspender el duelo y permitirse abrir espacios  en los que no figure el causante del duelo y que se pueda sentir en comodidad y alegria, o por lo menos aceptación. 
  • La aceptación es fundamental para ir superando estos momentos dolorosos, ya que el ejercicio de la aceptación genera espacios de reflexión sobre los momentos futuros que establecerán una vida más saludable emocionalmente. Algo así como: “Mi vida en adelante será sin “xxx” y será una vida buena, feliz y motivante.
  • En la etapa del restablecimiento es importante reconocerse como esa persona individual, autónoma e inteligente que es capaz de reponerse y transitar por la vida de manera genuina, motivada, completa que puede volver a integrar un grupo de dos o más para vivencial momento como los qu vivió con quienes fueron motivo de su duelo.
  • Entender que hay que hacer reemplazo cognitivo y emocional de las personas, cosas o lugares de las que se está desprendiendo.

 

Para finalizar creo que es importante hacer un acto de perdón consigo mismo y con quien es la causa del dolor. Ese acto de perdón consiste en observar todo aquello bueno que sucedió en ese lapso en el que se compartió, y basado en eso crear las memorias que se van a quedar, porque si se sigue recordando solo lo doloroso, la tristeza se va a perpetuar. 

 

Ya sabes que cuando no puedes salir adelante tú solo, debes buscar ayuda profesional. 

 

 

¡Gracias por tu lectura!

 

#Lupitaescribiendo.                            @avanzarte                               www.avanzarte.net