Resultados del estrés
"No podía conciliar el sueño, mi boca estaba seca constantemente, tenía problemas estomacales, visión borrosa y úlceras en la piel de mi cuello y pecho"
Esta es la historia de una persona más, como cualquier otra; trabajadora, integrante de una familia, con sueños, con deseos de triunfar, con miedos, angustias, alegrías, crisis existenciales, derroche de logros, etc; y no fue la excepción para "tirar la toalla a causa del estrés".
El estrés viene como resultado natural de la adaptación a una situación nueva. El estrés adaptativo es bueno y normal, pero empieza a traer problemas, cuando se prolonga en el tiempo y se intensifica, ya sea por presión o demasiadas exigencias. Existe estrés positivo, y es aquel, del que necesita el cerebro para responder a los diferentes cambios en la vida.
En el campo educativo, los estudiantes empiezan a sentir estrés cuando aumentan las exigencias académicas y no cuentan con los métodos de estudio, ni los hábitos para responder a éstas; generando en los estudiantes una gran carga de estrés, que se visualiza como falta de atención, irritabilidad, problemas psicosociales, acné y otras afecciones emocionales y físicas.
Otro tipo de estrés que se ve mucho en la actualidad, es el estrés laboral, ya que es mucha la presión, que sienten algunas personas en su sitio de trabajo, a consecuencia de las exigencias mes a mes, y los lleva a una situación extrema de agonía y ansiedad, en la que el cuerpo y la mente empiezan a deteriorarse.
Entonces, no sabía que decisión tomar, ni cuando tomarla, porque primero hay compromisos, los cuales se atienden con lo obtenido en ese trabajo, y mientras tanto su salud deteriorándose de manera acelerada, su piel mostrando signos de vejez, su cuerpo subiendo de peso porque la ansiedad le hizo refugiarse en la ingesta compulsiva, su relación de pareja cada vez se quebrantaba más, y sus hijos cada vez más distanciados. La crisis de su vida le hacia ver una película de 35 años de vida, en tan solo segundos y un panorama aterrador porque no sabía que decisión tomar.
Llegó el día del detonante, ese día en que la copa se llena y se derrama su contenido, ese día en el que no se da ni un paso más; fue el día en el que no pensó en lo que podría pasar después, solo pensó en si mismo y su bienestar.
Ese día no pensó en los números y metas que le ponían en su trabajo, las cuales debía alcanzar y con las que soñaba las pocas de sueño que tenía cada noche; de ahí en adelante dejó de sentir esa ansiedad desmesurada y los ataques de pánico que lo buscaban continuamente, notó que su día sí tenía 24 horas, tuvo menos irritabilidad, menos tristeza y depresión y le bajó el acelerador a su vida. Fue ese día en que "tiró la toalla", ese día tomo esa decisión de parar y amarse más, y con inteligencia tomar esa gran decisión y poner a andar otro plan que le ayudara a vivir una verdadera vida, no una vida llena de "todo y nada"; de todo lo material que suplía con su trabajo, pero nada de lo que verdaderamente le daba la energía para ser feliz, su paz y sus emociones positivas.
Tirar la toalla es inteligente,
cuando sabes que lo que te tiene
en estrés está acabando con tu vida.
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